En varias oportunidades hemos hablado del enfoque medioambiental y la economía circular que caracteriza a La Anticuaria. Sin embargo, existe también otra forma de responsabilidad: pero esta vez es social. Hoy queremos hablar del valor y el respeto de la cadena de personas que hay detrás de cada producto. 

El primer eslabón de la cadena de la venta de antigüedades corresponde a los dueños de los muebles y objetos, a ellos llegan los “busquillas” ( segundo eslabón) cuyo trabajo implica mucha investigación para ofrecerles productos de buena calidad a los anticuaristas ( tercer eslabón) quienes normalmente tienen una tienda especializada en la venta de muebles y objetos antiguos, pero normalmente estos muebles y objetos, debido a su antigüedad, necesitan alguna restauración antes de ser vendido, por lo que pasa por un cuarto eslabón que sería el carpintero o maestro que trabaja el mueble. Luego una vez refaccionado hay un quinto eslabón antes de llegar a manos del comprador final, que es el transportista quien moviliza el mueble. Cada vez que el producto pasa por un eslabón su precio se va incrementando debido al valor que se le va añadiendo.

Sin embargo, hay otras veces en que el anticuario tiene un acceso directo al dueño del mueble inicial ( primer eslabón) por que el producto tuvo que pasar por menos eslabones y por consecuencia el precio de la antigüedad es más barato que otro de las mismas características y que tuvo que pasar por toda la cadena.

Entendiendo esto, vemos que el precio de un mueble u objeto nunca va a ser estático ya que el precio se pone según cuántos eslabones de la cadena se vieron beneficiados de esta venta.  

En varias oportunidades hemos hablado del enfoque medioambiental y la economía circular que caracteriza a La Anticuaria. Sin embargo, existe también otra forma de responsabilidad: pero esta vez es social. Hoy queremos hablar del valor y el respeto de la cadena de personas que hay detrás de cada producto. 

La Anticuaria busca respetar y transparentar el trabajo y valor de cada uno de estos eslabones en el valor final de los objetos y muebles ofrecidos. Incentivando a  que cada vez que esos eslabones “se salten”, esto represente un ahorro para el comprador y toda la cadena involucrada. 

La intención original de La Anticuaria, que intentamos potenciar y fortalecer a diario es impulsar al rubro en su conjunto y todos sus eslabones de la siguiente manera:

- Acercando las antigüedades a la gente que muchas veces se siente ajena o desinformada

- Educando en el tema de una forma entretenida, visual y cercana

-Colaborando con anticuaristas y personas que quieran vender sus cosas acercándolos a un mercado del que no participan 

- Proponiendo nuevos usos, desmitificando prejuicios anticuados

-Proponiendo una estética, ajena a las modas y atemporal